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¿Cómo se reconoce el complemento indirecto?

El complemento indirecto se ha definido tradicionalmente como la persona o cosa que recibe el daño o provechode la acción del verbo.

Sin embargo, esta definición puede aplicarse también a la palabra que realiza la función de complemento directo.

Ejemplo:

Premiaron a Jesús. Dieron un premio a Jesús.

En ambos ejemplos, Jesús es la persona que recibe el provecho. Sin embargo, el grupo a Jesús realiza funciones diferentes en cada una de las oraciones: es el complemento directo en la primera y el indirecto en la segunda.

Para reconocer el complemento indirecto en una oración es necesario fijarse en las siguientes características formales:

• Los elementos que desempeñan la función de complemento indirecto en una oración se pueden sustituir por los pronombres personales le, les. Ejemplos:

Dimos un premio a los ganadores. --> Les dimos un premio.

• El complemento indirecto siempre lleva la preposición a, y sólo esa preposición. Si un nombre o grupo nominal aparece sin preposición o con otra preposición que no sea a, no es un complemento indirecto.

Sin embargo, cuando la función de complemento indirecto está desempeñada por un pronombre personal átono (me, te, se, /e, /es, nos, os), nunca va precedido de la preposición a. Ejemplo:

Os dieron buenas noticias.

• El complemento indirecto se reconoce, como hemos visto, porque se puede sustituir por los pronombres personales átonos le, les. Pero, cuando en la oración hay un complemento directo y está desempeñado por las formas pronominales lo, la, los, las, el complemento indirecto pasa a ser se. Ejemplo:

Di un premio a María. Le di un premio. Se lo di.

• El complemento directo se puede convertir en sujeto de la pasiva. Sin embargo, el complemento indirecto nunca puede ser sujeto de una pasiva. De este modo se puede distinguir ambos complementos. Ejemplos:

Premié a María. María fue premiada por mí.

Di un premio a María. *María fue dada un premio por mí.

En la primera oración, el sustantivo María puede convertirse en el sujeto de la pasiva; por tanto, es el complemento directo de la oración activa.

En el segundo caso, no es posible la pasiva con el sustantivo María como sujeto. Por tanto, a María no puede ser complemento directo.